12 de octubre de 2006

¡ Sangra un valiente !



Sobre blandas palomas, un negro cielo
bajo la tierra, una brisa de ira iluminada cabalga
valiente, arroja su corona sangrante a mis pies
me muestra las palabras rotas
sobre la boca, una espada manchada
busca sin quejas, sin sonidos su garganta
esperanzas en canastas de mendigos
pero la justicia prisionera en letras le alcanza.

Su espiritu permance insondable
la fuerza del carro en fuego que mata
lo alimenta una chispa de justicia humana
toda su mente es esclava de la nueva idea
la idea que germina, aún en surcos desérticos
nada podrá contra ella
el viento liviano del norte es su verdugo eterno
ni la hoz con su ira
ni el pecho ensangrentado
ni la injusta multitud cobarde
le impiden coger fuerzas

El viento hermoso del sur es su amigo
ataviarse con sus brisas
coger su espada y volver, son mis órdenes
me besa la voz, su última palabra
le ayudo con su espalda cargada de flores
y se monta sobre corceles de esperanzas
todos ellos le llevan sembrando
la palabra a tiempo
el sueño oportuno
la justicia renacida
a pesar de yacer herido
en fuentes de injustos sangra
y en cobardías ajenas, se levanta

Y mientras se aleja,
mientras remonta, el último vuelo
la palabra desgarra el cielo
le grito…
¡Yo, yo tengo el corazón a mi izquierda!
¡Vence compañero!
¡Vence!

Dedicado a Manuel Meulén