9 de octubre de 2006

Nunca Olvido


Nunca olvido esas porfiadas golondrinas,
que una vez me acompañaron
en la puerta de otra casa.
Nunca olvido sus vuelos ligeros
sus negras alas extendidas a las ramas,
su cercanía cómplice, su amistad extraña…

.
Nunca olvido que siguieron,
todo el otoño en mi ventana,
bebiendo frutos de oro,
hojas maduras, rojizas, cansadas...
El viento soplaba en mi alero
el cielo agonizaba en llamas
más ellas nunca volaron a casa.

Y aunque el invierno llega
sobre el gélido corazón purpúreo que late,
ellas siguen cursando mi vida
volando techos,
rozando cristales,
volando en cercanías de mí casa

Golondrinas fieles que no pensaban en vuelos
sobre las brisas de playas,
menos cabalgar nubes y alejarse de mi casa
seguían esperando allí,
en las heridas y frías ramas
del cristal de mi ventana.

La primavera regresa otra vez
nunca olvido que te amé,
nunca niego que te amo
y esas tiernas golondrinas,
estarán siempre volando
jamás se irán de mi lado
quiero pensar que sabían
que lloraría sola…cuando el deseo llamara
y quisieron regalarme entre cristales y ventanas
trinos, vuelos, nidos, alas.