Me hace falta una gran biblioteca
Unos cuantos mascarones de proa 
Una que otra falda larga  mata pasión 
Una boina desgastada 
Colecciones de cuánta cosa extraña exista 
Una pose de poeta seria e intelectual
Me apremia un cargo de cónsul en el  Oriente 
Un amante, poeta y famoso
Una volada en planeador
oler a mosto las noches gastadas
 
Cartas, miles de cartas poéticas y sangrantes. 
Un destierro total y mudo.
Me hace falta un libro parido a dolor en verso y metáfora
Deslizarme en el mar hasta cubrir de espuma la vida
 
Me hace falta la envidia descarnada de mis pares
Una critica mordaz en el diario de mayor tiraje nacional 
Me hacen  falta tantas personificaciones poetizadas,  marcas externas.
Pero por sobre todo me hace falta, inscribirme en la sociedad de los poetas muertos.
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