26 de abril de 2008

Máscaras y caretas


















Con esta máscara me veo mucho mejor

con la anterior me confundieron muchas veces
con una intelectual loca.
Esta hace juego con mi vida rosa.
La verde la dejaré
para visitar a un falso ecologista
y la de la esquina, esa de hierro
me la pongo cuando quiera pasar por insensible.
Tengo en el cajón del medio
una de cartón piedra
me gusta llevarla en la noches de narices frías
con los miserables callejeros.



Hace poco me regaló mi amiga
una con forma de letras mudas
¡esa es increíble!
cuando tengo que hablar, calla
y cuando debo callar, parlotea.

Encontré en un closet ajeno una con gemidos morbosos
me sirvió para las noches
en que me atrevo a vivir en celo.

Confieso, que una vez me puse una de falsa piadosa
era insuperable
me sirvió para no aburrirme
en funerales y sermones santurrones.

Bueno, no quiero ir por la vida sin una
si me pillan desprevenida
pueden decir que soy franca y transparente
y eso es absolutamente cierto
pero para creerme ustedes
deben usar siempre su máscara de crédulos.


Sylvia Rojas P.

2 comentarios:

Ramona dijo...

Usando mi máscara de franqueza te diré que me gustó tu poema, y desnuda de máscaras, te diré que me sigue gustando el poema. El tema de las máscaras es interesante, en especial hoy en día en que se nos juzga fácilmente por la apariencia externa y no por lo que realmente somos.

Un abrazo, Ramona Tué tué.

Sylvia Rojas Pastene dijo...

Ramona Tué-Tué:
Que más sincera que su mascarita de franqueza. Hay seres que son como abiertas hojas valientes, se pueden leer sin necesidad de hojear, no hay rayones ni manchones de tintas falsas, se pueden leer y traducir fielmente.
Un abrazo hojita alba.