13 de abril de 2007

Infiernos ajenos



Cuando percibo otros infiernos

menos veo arder el mío

es que hay tantos y profundos infiernos

que arden fuerte como paja de estío

crepitan, pero nunca se consumen



Sollozan, pero no son voces

gimen agonías terribles

que cambian el hedor de la voz

son llantos pero no lágrimas

son trozos de corazón

pariendo esperanzas



Agonizan en cualquier hombro

vomitan dolor en cualquier cielo

son infiernos locales

llagas sin hielo

suspiros colgados

en ramas de cementerios vivos

lamentos eternos de muertos

jamás sepultados.





Cuando percibo otros infiernos

veo apagarse el mío…

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