14 de agosto de 2008

Boca arriba












Pensaba mientras duermes...
los muertos van siempre boca arriba y pies abajo
sería interesante ver algún día las piernas del difunto
o su espalda corvada de edades
el peso de la vida marcada en sus lomos.
Palpar traiciones clavadas a nivel de pleuras
las culpas azucaradas en la humedad del cuello.
Casi todos llevan ese día los zapatos nuevos
pero sería bueno que usaran el más gastado
herido con las piedras del camino pisado
con todas las mediasuelas que alcanzó la vida.
Sobre el reflejo del vidrio oliendo a cirio
buscamos el rostro que ya no mira
esos ojos que no disfrazan verdades
y el cabello izando cordilleras.
Para qué fijar la mirada en la boca que no besa
la nariz que no aspira flores de celofán marchitas
Insisto es mejor estar pies arriba despidiéndonos
y no como llegamos, cabeza arriba
expulsados por amor de madre o cesárea programada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy muy Intenso


Ramona

Sylvia Rojas Pastene dijo...

La intensidad está en quien imagina y Ud. misma es intensa hasta la punta de sus zapatos o usa botas?

Mis saludos Ramona, buena amiga.