27 de septiembre de 2008

Pulso



















A veces uno cuenta el pulso en la mano muerta
y el son detenido se va quedando dormido
se acostumbra uno, parece que el sopor inunda
y una especie de tibio sueño termina por seducir
no veo, si miro tras las nubes, camélidos cruzando las dunas
pero detrás del biombo del suspiro, es seguro que hay deudas impagas
y el brazo acostumbrado a detener, ahogar y afligir está siempre de turno
a veces despierto cubierta de abrazos pulposos,
dejo abierta la compuerta donde comen peces con linternas
para enrostrarnos comparaciones ajenas
no sé a ud. a mi no me importa, que pulso tenga mi vida
ya he lavado tantas veces mis palabras
que no temo comerlas y tragarlas una a una
no puede uno, ir por la vida perdonando a todos
sería además de mal gusto pastorear lágrimas con cayados ajenos
me enseñaron mejor a escupir las bilis que hacer gárgaras con ellas.
Me siento a veces tan conforme con la aparente
mezquindad de mis bolsillos rotos,
que apenas veo los dedos de araña con sus hilos perfectos
creo que soy una más en esta larga tarea de tejer enmiendas.
Debe ser la tibieza de la nea primavera que me hace cariñitos
por la ventana abierta de mi rincón preferido, o el cansancio deja
la boca semiabierta y los ojos llenos de nubes empujadas por el solano
y un no sé que de palabras, que creen que van a dominarme
cuando en realidad, ni al pulso le importa teniendo charco donde latir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ShyvYcita, es un poema con un ritmo delicioso, el pulso de tus versos se disfruta, felicitaciones

Ramona tué tué

Sylvia Rojas Pastene dijo...

Gracias linda tué-tué yo quelel sel como tú, con palitos y aló.

Abrazos mi querida amiga