A veces caen coronas sobre nosotros
otras veces ponemos coronas en otros
algunas veces no calza la corona que quiero para mi
a veces envidio coronas ajenas
muchas veces compro coronas
en general no me vienen las coronas
pero me exigen que lleve una
para descoronarme apenas me descuide.
Suelen caer coronas a los pies de cobardes
que llevan coronas grandiosas
pobres coronas que deben sujetar cabezas de asesinos
coronas de imperios
coronas de hambres
coronas de miedo
coronas gastadas
todas caen
todas ruedan
todas pierden su brillo
todas se venden
todas se pagan
que mierda tan falsa
¡me tienen hasta la corona con sus coronas!
Sólo quiero la corona
que hice cuando niña.
Verde fiel,
mi esperanza,
fresco aroma del valle,
del ensueño inocente
para dormir en cualquier parte,
sin más que mi humilde corona de sauce.
Sylvia Rojas Pastene
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