Un sudor de acantilados profundos
resbalan en precipitados cuerpos
voy rendida a tus deseos
como leño danzando al fuego.
Tengo una calentura eterna
en esta imagen de mujer fea.
Pero esparciré bellezas
cuando te sienta en el lecho.
Desperté al amor otra vez
amigos yo les confieso
si me acobarda el amor
es porque yo soy de fuego.
Sylvia Rojas P.
2 comentarios:
y de tanto amar
sólo se reconoce el mareo, de estar al borde del más profundo de los acantilados.
Abrazos.
Amiga:
El amor a veces nos empuja a saltar, hay placer en atreverse a mirar y en caer rendida en esa profunda saciedad de cuerpos despiertos al amor y a la piel.
Mis abrazos cariñosos sólo pa usté
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