Me encantan los vacíos, pero nunca son del todo cierto, uno está llena y desde alli comienza a seleccionar ropa usada, miradas conocidas, tradiciones robadas, fuentes viles, y son tan cotidianas que nos gustan. Nunca las desechamos, a no ser que seamos capaces de vivir sin muletas
3 comentarios:
Esa vacuidad es el estado perfecto para comenzar de nuevo.
Tocaya
Me encantan los vacíos, pero nunca son del todo cierto, uno está llena y desde alli comienza a seleccionar ropa usada, miradas conocidas, tradiciones robadas, fuentes viles, y son tan cotidianas que nos gustan. Nunca las desechamos, a no ser que seamos capaces de vivir sin muletas
Saludos
Pero tocaya si la vacuidad es lo más hermoso que hay, y debería estar ahí, en nosotros todos los días por un segundo o dos.
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