Desde que tus pasos ya no pisan la ciudad, la nieve se ha detenido en la esquina del glaciar.Y las calles han tomado por costumbre quedarse silentes. Aquellos cerros cargados de nubes se despueblan de gotas y los puentes que te vieron pasar están sostenidos inertes en una ladera, amurrados desde que no te divisan.
Alguien me ha dicho que nadie abre la ventana de tu casa y que los gatos prefieren dormir sobre la chimenea, esperando el fuego que jamás encenderán tus manos. Que la puerta se abre a medianoche, como invitando a vivir dentro, pero amanece cerrada y dispuesta a seguir siendo tu hogar.
El furioso viento del sur era tu amigo y las tardes de arreboles tu gran sombrero. Ahora intenta silbar por sobre los cielos de tu casa e inventarte un temporal recio, quisiera llevar por el cielo, la voz de tus tristezas y alegrías sembradas cada dia de trueno."
Ahora quiere cubrir la tarde, aquel leño de tu patio abandonado, las flores de hielo muerden, y la traviesa escarcha intenta dibujar imágenes en los cristales, pero en vano, no logra recordar con nitidez… entonces se quiebra en mil espejos. Debiste dejar una copia de tu rostro, en algún espacio, para adormecer los espíritus vivientes
Aún el aroma de tu vida, deambula por las cornisas y el recuerdo de tardes y familia, no pretende irse, hasta que los nuevos habitantes lleguen con nuevas risas y atardeceres de esperanzas
Los ventisqueros han cerrado la ruta y el mugir de manadas, se escuchan desde tu granero, dicen que una noche, vieron pasar al arriero con culpas añejas y descansar en tu alero.
En las noches, cuando el viento silba, intenta por el nudo de madera, atrapar un recuerdo y cantarlo a los barcos encallados en arenas resbaladizas.
Y esa madera cálida que atrapó los sueños en tus manos de artista, la que nunca se resistió a tu gubia y a tus podas, espera durmiendo en tu taller de Dios creador. Pero secándose tu savia... te dejó partir.
También me han dicho, que hay miles de aves haciendo nidos en tu arboleda cercana, no se han querido marchar a tierras tibias y entre las lengas los copos de nieve maduran de hielo y gresca con la tierra blanda y como pétalo de flor de nieve se enclavan las tardes de tu no existencia en esos lares de tu vida pasada.
Todos los suspiros nevados que regaste en esa tierra, quieren deshojar los navíos nocturnos y la resaca pesada de témpano, intenta subir cerca para besar tu entrada…pero hay algo impidiéndolo, debe ser ese extraño hálito de tu corazón doblegado, por las injusticias no reparadas, que no le dejan marchar…perdona... y así estarás completo en la nueva tierra que pisas
Todo se está yendo de tu casa, tras tu partida, los fantasmas de pioneros te absuelven al terminar está noche…extraño... ninguno te condenó, por no quedarte.
Supieron…o una boca de frio les contó, que el amor te llevaba lejos, atrapado en sueños, la envidia, casi los sorprende, pero una voz de mujer de lago, les calma y rompe la palabra diciendo…cada mil años le está permitido a un hombre irse de estas tierras…siempre que la voz que le lleva… se llame.. ¡Amor!