5 de noviembre de 2006

Inspiración




Crea, crea, crea
que la vida no perdona
y los años se van
como barquito de papel
en cataratas precipitadas
No hay tiempo de amar
o tiempo de olvidar
que perdone el tic tac del reloj

Crea, crea, crea
esta vida loca y veloz
es un breve suspiro
después todo, después nada
ahora mira, escucha, crea
siente, aborta
sujeta la palabra
coje el pincel
ata el pentagrama

Crea, crea, crea
que la mano invisible del verso
la luz del color
o el hálito del violín
es el peor verdugo
Cada día nos lleva
de su mano tirana
y promete ser siempre el mejor.

Crea, crea, crea
nos vocifera cada noche
y despierta sofocada
con palabras entreabiertas
sones musicales
y colores alados
Nunca da un cuerpo
siempre regala
sólo ideas aisladas

Crea, crea, crea
arroja imágenes ciegas
nunca quiere que vea nítidamente
donde quiere llevar
Introduce siempre
más nunca termina la idea
nos deja esclava de él
de su forma, cuerpo y final

Crea, crea, crea
dice de noche a escondidas
o al sol del medio día
empuja, arrastra
humilla y vapulea
Jamás de libertad
se vestirá la vida
mientras este tirano espíritu
llamado inspiración
nos deje ser
sin color
sin sonido
sin verso ni poesía.

Deseo vagabundo




Un deseo vagabundo
con alas rotas me ronda…
cabe en cualquier esquina
como perro,
se alimenta a ratos de mis recuerdos
vuelve a menudo
y luego se aleja
a veces me despierta de noche
como ladrón sigiloso
roba mis sueños
como ángel malo
me regala largas noches
de insomnio
y prohibidos deseos vagabundos.

En mí




Tu esencia,
tu voz
tus gestos,
permanecen siempre dentro de mí
como sombras
no quieren ser olvidados
o borrados de mi vida
habitan en mí…
pero nunca cerca de mí,
ni al mismo paso
ni al mismo ritmo
se que están
que existen
sombras que suenan
que asoman
saben a algo
dicen algo
nunca cerca de mí
sólo dentro de mí.

Sentidos locos




En este raro mundo
debes ser sin siendo
y siendo sin ser
oir sin escuchar,
palpar sin tacto
degustar sin lengua
ver sin mirar.
No percibir
almas
espíritus
sólo cuerpos

Pero sobre todo,
el sordo oído de mis ojos
intentar ver
por el vidente ojo de mi oreja
y mi lengua
se pasea por el borde
de mi palabra muda
porque hay que ser
muy ciego
muy sordo
mudo e insípido
para no ver viendo
ni oir oyendo
para no decir hablando
ni probar sin gusto.

4 de noviembre de 2006

Con débil valentía.



Imagino tu rostro leve
bajo los parpados bañados.
Y en lo recóndito de la pupila ciega
donde el vértice toca el genio
un suspiro de tu boca escapa.
Me quieres…

Y en la tibia dulzura
del hueco de mis brazos
Para tu cabeza frágil
tengo un hondo nido
de caricias y bálsamos
Te quiero…

Para, tus no palabras vertidas
tengo sones de madrugada.
Despidos tristes, desgarrados
de lo que no tuvimos, ni tendremos.
De todas esas cosas estará llena la mañana
Dije adiós…

Como no apresuramos las carnes
no entibiamos el lecho.
Ni fuimos al suspiro de la piel y el beso
no sabremos si el amor…
¿nos hizo trampas? o ¿sólo nos cazó al vuelo?
Dijiste adiós también…